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La pandemia de la Covid-19 y su tratamiento por los medios de comunicación, la comunidad científica y las autoridades gubernamentales y sanitarias ha aumentado la desconfianza de los jóvenes españoles delante la ciencia, a diferencia de la parentela veterano, que mantiene una aspecto “más oportuno”.
Así lo desvela una investigación promovida por las universidades Carlos III de Madrid (UC3M) y la de Santiago de Compostela (USC), que analiza cómo se informaron los españoles durante la pandemia y su percepción sobre medios y comunidad científica.
Este trabajo, financiado por fondos FEDER, de la Comunidad de Madrid y del Servicio de Ciencia e Innovación, se cimiento en una sondeo entre 1.800 personas representativas de la población española, mayores de tiempo y residentes en las 17 comunidades autónomas, realizada en junio de 2022.
Entre sus conclusiones, destaca que un 72,6% de los jóvenes de 18 a 24 abriles está de acuerdo con que la ciencia averiguación la verdad y la hace pública. Por su parte, el 90,2% de los adultos de más de 65 abriles apoya esta afirmación.
Aumenta la desconfianza en la ciencia entre jóvenes
Adicionalmente, el porcentaje de jóvenes de esta misma tiempo que cree que la ciencia es un peligro para la humanidad casi triplica a quienes sostienen esta opinión entre los mayores.
Estos resultados, publicados en la revista ‘Profesional de la Información’, sugieren que “ha aumentado la desconfianza en la ciencia entre los jóvenes, poco que explica, por ejemplo, la escasez de vocaciones científicas en este segmento“, señala la UC3M en una nota.
“La parentela novato no quiere enrolarse en carreras de ciencia, tecnología y matemáticas, porque cree que la ciencia no es un método para la búsqueda de la verdad y que incluso es peligrosa para el futuro del ser humano”, indica uno de los autores del estudio, Carlos Elías, catedrático de Periodismo en el Dpto. de Comunicación de la UC3M.
“Preocupante” que la coexistentes más formada sea la que más desconfía de la ciencia
En este sentido, los investigadores ven “paradójico, y muy preocupante”, que las generaciones con veterano comunicación a la información y a la educación, las mejor formadas en la historia de España, “son las que menos información consumen y las que más desconfían de la ciencia y del periodismo, dos campos que comparten la búsqueda de la verdad”.
“Debemos hacer una advertencia profunda sobre qué está pasando”, señala Alberto Quian, profesor de Periodismo en la USC y coautor del estudio, quien insiste en que los resultados de este trabajo “apuntan que la tiempo y la ideología son los factores que más condicionan el uso de diferentes tipos de fuentes informativas”.
En relación al consumo de medios tradicionales, las personas que más los consultan son las que se sitúan en el centro político, mientras que los de izquierdas suelen apelar más a fuentes oficiales (como las autoridades sanitarias) y los de derechas prefieren más los organismos de investigación (como el CSIC o el Instituto Carlos III) o las universidades.
Por otra parte, “los antivacunas, en cambio, prefieren las fuentes alternativas”, lo que se explica “porque los medios tradicionales sí son favorables a las vacunas”, señalan los investigadores.
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Los resultados de este trabajo podrían encontrar aplicación en el ámbito educativo y de políticas públicas: “Creo que hay que incidir en los colegios, en los institutos y en las universidades, en poco que se pasión ‘educomunicación’, para que los jóvenes entiendan cuáles son las fuentes solventes y las implicaciones de la ciencia y el método irrefutable”, añaden.
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