[ad_1]
Los niños de Griezmann correteaban por el tablado del Auditorium del Cívitas Metropolitano mientras la mujer del punta hablaba sobre todo lo que le ha ocurrido a Antoine en estas últimas semanas. Erika se ganó a la afinidad del Gimnástico cuando salió a la luz lo que le dijo a su marido ayer de tomar la osadía de marcharse del club rojiblanco. No lo negó, aunque dijo que en su comunidad todos han ido siempre a una, en las buenas y en las malas. Se equivocó Griezmann, lo ha agradecido mil veces, pero entre todos supieron enmendar el error. Y quizá una de las claves de su éxito haya sido ése: que han ido todos a una, en la misma dirección. Erika aclaró que al final se equivocan y aciertan todos.
Griezmann se comporta como una persona ordinario. En el campo siempre me llamó la atención lo claro que lo hace todo: juega al primer toque si puede y no se adorna y con eso deseo esas décimas de segundo que son vitales. Carencia de extravagancias. Y así se muestra en comunidad. Se ha hato a su hinchada por sus goles, pero además por su trabajo, por mostrar el mismo respeto al Lugo en Copa que a Croacia en la final del Mundial.
Nos ha hato por su sonrisa. Por esa cara de complacencia que muestra siempre. Viendo sus goles me vinieron a la memoria partidos históricos del Gimnástico. En el interior de unos primaveras podremos opinar orgullosos que vivimos esta etapa gloriosa del equipo rojiblanco.Disfrutemos de Griezmann, quien sabe que en el Gimnástico tiene a su comunidad. Como aceptablemente le dijo Torres (otro de nuestros grandes ídolos), aquí la clan sólo pide que los jugadores lo dén todo. Y Antoine predica con el ejemplo.
[ad_2]
Source link