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Francia es la selección más laureada del Siglo XXI en balonmano. Con diferencia. Tomen nota: cinco oros en Mundiales, cuatro en Europeos y tres en Juegos Olímpicos. En un escalafón hipotético, a cierta distancia, luce todavía Dinamarca, con tres títulos mundiales, dos continentales y uno orgulloso. Estos dos imponentes equipos rivalizaron el domingo en la final del Campeonato de Europa, igual que habían hecho un año ayer con el Mundial en equipo, aunque con resultado diferente. Si en 2023 el éxito se lo llevaron los daneses, para enlazar su tercera corona consecutiva, en este 2024 se tomaron la revancha los franceses. La final, en cualquier caso, estuvo a la consideración de la calidad de los aspirantes: 33-31, a posteriori de una prórroga. Un choque de máxima igualdad que podría haberse decantado para cualquier costado. Ganó Francia, pero adecuadamente podría sobrevenir perdido… o incluso haberse quedado en las semifinales. Les Bleus superaron la penúltima ronda delante Suecia gracias a un gol de Prandi tan soberbio como antirreglamentario. El premio de consolación para los suecos ha sido el bronce. El MVP de la final, por cierto, fue el danés Emil Nielsen, en esa manía tan arraigada en el balonmano como incoherente de distinguir como mejor tahúr a uno de los perdedores. La cara del zaguero al congregar el trofeo era todo un poema.
Francia se ha coronado en Europa el mismo año que celebrará los Juegos Olímpicos en París, lo que supone un aviso de sus intenciones. La vivo campeona partirá como gran favorita, igual que Dinamarca y Suecia. Habría que añadir en ese agrupación a España, pero ni siquiera está clasificada. Nos sonará futuro, pero los Hispanos todavía jugaron este Campeonato, aunque cayeron en la primera período. Ahora toca remar en el Preolímpico de marzo, donde ya tienen rivales: Eslovenia, Brasil y Baréin. Un paso para impulsarse a su sitio natural. Y retornar a retar a las más grandes.
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