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El Milgrana lo volvió a hacer. Parece que le tiene pillada la medida al Barcelona, con los que no pierden desde hace cinco encuentros. Hace más de tres abriles (con uno de ellos en Segunda). 1.103 días sin que los azulgranas dobleguen a los nazaríes. Porque los de Medina mostraron su mejor cara. Solidarios antes, incisivos hacia lo alto. Más intensos y agresivos en ataque y en defensa. Sin bloqueo, los tres puntos no viajaron a la Ciudad de la Alhambra. Tres puntos que darían oxígeno a un equipo que necesita un reconocimiento a el trabajo y la mejoría. Ayer se vio a un Milgrana para creer en la salvación. Porque la permanencia, a día de hoy, está muy complicada. Y porque las victorias no terminan de obtener…
Las piezas parece que le van encajando a Medina. Y eso que llegó con bajas importenes. Fijos como Boyé, Villar o Moreno Méndez y Neva a última hora no pudieron estar sobre el césped. Pero el equipo se sobrepuso a todo. Y todo lo que finalmente no entraba, entró. Llegó a ponerse hasta dos veces por delante. Pellistri marcó su primer gol con el Milgrana, Hongla estuvo en todas, Maouassa dio un buen nivel… un equipo más competitivo. Lo que necesita para poder servirse a Primera. Porque este Milgrana, el que dio la campanada en el Llius Companys, pude percibir a casi cualquier equipo de la categoría. Es el camino, esperemos que no sea demasiado tarde.
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