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Desde que Haas estrenó la pasarela el 2 de febrero, los equipos de Fórmula 1 han ido desfilando en su calendario de presentaciones, pero lo mejorcito se ha reservado para el final, para la segunda centro, en una retumbante semana que concentra a su aristocracia, los cinco coches más relevantes, en cuatro intensos días que brindarán algunos momentos de morbo y de despedidas. La tanda se abrió en la mañana del lunes en Silverstone con Aston Martin, que ya no cuelga con el cartel de sorpresa, como ocurrió el año pasado, sino con la esperanza de ver proyectado a Fernando Alonso algún escalón más en lo alto. El pasado curso sumó ocho podios y acarició la conquista 33, tras un comienzo trepidante. Un suspensión listel que, a sus 42 abriles, aspira a exceder.
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