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Resulta difícil en Nervión pensar a medio plazo. Se antoja todavía mucho más complicado proyectar el futuro pensando en el futuro. Las dos victorias consecutivas delante el Centella Vallecano y el Atlético de Madrid calman la tensión generada por la situación clasificatoria, pero no permite ningún tipo de confianza en que se haya resuelto. Más aún si se mira de reojo al calendario más inmediato, con Valencia, Actual Madrid y Actual Sociedad en el horizonte.
Pero los dirigentes tienen que planificar en silencio el futuro. Sin una de las fuentes de ingresos más importante y habitual en los últimos tiempos, Europa, los andaluces intentarán sustentar su caída con la cesión de algunos jugadores que contrarreste en cierta forma las pérdidas del control. El Sevilla deberá aliviar sus arcas en torno a los 60 millones de euros su presupuesto y para ello tendrá que humillar mucho sus gastos en salarios e incrementar en la medida de los posible sus ingresos en cesión de futbolistas.
La salida de Rakitic ha permitido un peculio de parte de la ficha. La de Erik Lamela, que termina pacto a final de temporada, todavía permitirá bajarla el próximo curso. En cierta medida, se acabaron esos cuantiosos contratos realizados en los últimos abriles, buscando más proyección que realidades en el mercado, excepto en contadas ocasiones. Como contamos en Dimisión, el futuro de Jesús Navas y Sergio Ramos se valorará cuando termine la competición liguera, aunque todavía tendrán que adecuar sus futuros contratos, si es que hay acuerdo, a la nueva sinceridad económica y deportiva.
Por eso los nervionenses necesitan que este pequeño crecimiento en los deportivo, se mantenga en la medida de lo posible en el tiempo. El regreso de En Nesyri ha supuesto una mejoría muy sensible junto a Isaac en el ataque y con ello, que el marroquí vuelva a estar en el punto de mira de algunos equipos. El 15 sevillista termina pacto en el año 2025 y por lo tanto, la idea es que este verano termine cuajando alguna de las propuestas que puedan ascender por él.
Hombres como Marcos Acuña, que ha vuelto a resurgir tras tiempo de partida, Ocampos y Suso, estarán en el guardarropa sevillano. Tanto los argentino como el gaditano, todavía llegarán al mercado veraniego con tan sólo un año más de pacto y con pocas ganas de humillar sus salarios para poder permanecer en el club.
El caso de Isaac Romero
La irrupción del lebrijano es otra de las buenas noticias para el Sevilla. La dirección deportiva quiere suministrar la calma con respecto al canterano. De momento no se han iniciado ningún tipo de conversaciones para atar al punta pero el nivel que está mostrando, puede conseguir los plazos marcados por los andaluces. Con pacto hasta 2025 y una cláusula de 15 millones (subirá los 20 cuando llegue a 15 partidos), tanto el entorno del ludópata como desde el Sevilla son optimistas con las futuras negociaciones, eso sí, nadie es al margen a la sinceridad por la que pasan los sevillanos. Saben que si mantiene este protagonismo, aparecerán ofertas por él y tendrán que valorar entre todas las partes que es lo más interesante. Un enredo que arrastra una mala temporada aunque los sevillistas sólo piensan ahora mismo en el Valencia.
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