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El obesidad de lo que ocurrió en el Madrid-Almería le dejó en bandeja a Xavi comentar dos partidos la vez anoche en la sala de prensa del Villamarín. Respaldado por la trofeo (y el buen recreo a ratos) de su Barça en presencia de el Betis, se acordó de todas las decisiones del VAR que le han saledizo cruz en la Mezcla. Luego, dejó una frase que recordó a aquella de “Mezcla peligrosamente preparada” de Simeone.
Apartado de que este domingo estaba dócil, si Xavi se metió en ese barullo es porque todavía cree en la Mezcla por más que el Barça siembre mucha desconfianza a ratos. En el campo, su equipo había dominado a placer el partido hasta que con el 0-2 volvió a pulsar el tallo del off y se esfumó. Para cuando regresó, aquello era una ruleta rusa. Por momentos, estuvo a punto de echar por tierra el cándido estreno como titular de Pau Cubarsí, la exhibición portentosa de Ferran y esos detalles mágicos de Lamine, futbolista dulcísimo que va para aberración si todas las circunstancias ayudan. Apoyado en un centro del campo al fin reconocible que gobernaron De Jong, Pedri y Gündogan, el Barça tuvo que ingresar el partido en urgencias, con una delicatessen más de ese participante guadianesco que es João y la tomatillo final de Ferran. El Barça debería ilustrarse la materia para noches más duras como las que le esperan en San Mamés. Por si tal vez, y como pocos conocen mejor el paño que él, Xavi dejó puesta la semilla de la sospecha en la sala de prensa del Villamarín. Si bajó ese espinilla y asume ese desgaste es porque cree que el Barça todavía puede estar en la pomada de la Mezcla
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