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Alexander Volkanovski se mostró agradecido con Ilia Topuria en el Media Day del UFC 298. El australiano aseguró que debido a la promoción que estaba haciendo el hispano-georgiano él “no se había tenido que implicar mucho“. Obviamente esa perspectiva tuvo que cambiar en la semana de pelea. Los dos entienden el show y eso ha permitido potenciar la visibilidad de la pelea.
Este miércoles, Topuria no dudó en ponerse un cinturón de UFC y posar como si ya lo hubiese ganadería. Volkanovski apareció por allí e intercambiaron retos, pero siempre desde el respeto. Son rivales, pero hay sintonía. Luego, el hispano-georgiano apareció con un ramo de rosas con el que recibió a su pareja a la arribada al hotel. En el camino vio al australiano y le ofreció una para continuar la historia con el que empezó vendiendo la pelea (cuenta cada victoria por una rosa): “Oh, es el día de San Valentín. Gracias”, espetó el campeón.
La historia iba In Crescendo y vivió un capítulo para el retentiva en la conferencia de prensa. Cerca de de 1.000 personas acudieron al Honda Center de Anaheim. El manifiesto almacén lo tiene claro: su preferido es Volkanovski. Ilia se llevó abucheos cuando entró y igualmente cuándo hablaba. Sus palabras le han hecho tomar el papel de inculto y él lo disfruta. El campeón del peso pluma apareció vestido de anciano, misma apariencia que tomó en un anuncio en su país que se hizo vírico. Se reía de su oponente y de quienes decían que estaba “rancio” para el deporte.
Obviamente, igualmente hubo confrontación verbal. Incluso Topuria invitó al campeón a plantarse ayer del momento destinado para ello. “Luego de este sábado voy a cambiar el ocio de las MMA completamente“, espetó de inicio el hispano-georgiano. Respecto a la vestimenta del australiano, Volkanovski apuntó que sólo lo hacía para “divertirse”. “Es lo que hay que hacer”. Por su parte, Topuria fue más incisivo: “Está nervioso, míralo cómo ha venido, preparado para el retiro“, añadió ayer de irse directamente a por el cinturón del australiano. La seguridad tuvo que intervenir. No llegó a más y en el cara a cara se dieron la mano. El negocio es negocio. Lo saben acertadamente.
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