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En un derbi donde los rojiblancos tuvieron más ocasiones que bisagra, los de Cholo acabaron empatando un partido en el que hicieron protagonista cósmico a Lunin con tres paradones. Y es que los rojiblancos padecieron de nuevo contra un equipo que te abre el campo y con una elaboración rápida hace sufrir a gentío que no es específica para defender en uno contra uno o a campo libre. Tanto Riquelme como Hermoso sufrieron mucho para detener al mejor ludópata blanco, Brahim. Estas propuestas seguro que con Reinildo te alivian, es poco que los de Simeone tendrán que escrutar en escudriñamiento de respuestas más fiables, sobre todo con el Athletic en Copa, ya que una de las grandes virtudes del Athletic son las alas.
Con balón, a los Koke, De Paul, Saúl y Griezmann les costó mucho tejer ese fútbol que marca la diferencia, pero que a pesar de ello, de nuevo demostraron que saben competir delante un equipazo como el de Ancelotti. Los rojiblancos aprovecharon muy adecuadamente las carencias de centímetros de la pareja de centrales merengue, para en la inicio de Saúl, Witsel o Savic creadles problemas, de ahí llegó el gol de Llorente. Aunque el punto en ese minuto sabe muy rico, lo mejor para mí, temores en el previo, fue que los rojiblancos se fueron impolutos en cuestión de lesiones o molestias. Un derbi siempre es un derbi, pero el conjunto más corto para impresionar a Neptuno sigue siendo el miércoles delante el Athletic. Y ahí estará una vez más el Metropolitano para sufrir en volandas a los suyos.
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