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El 13 de septiembre de 2020 Alexander Zverev y Dominic Thiem se medían en distrito estadounidense para batallar por la corona del US Open. Un arduo partido de cuatro horas en el que el austriaco logró hacer historia. Tras perder los dos primeros sets, Thiem remontaba para alzarse con su primer Grand Slam. Un hito, que seguidamente lograrían Rafael Nadal y Jannik Sinner, que no se veía en un US Open desde 1949 y en un ‘major’ desde Roland Garros 2004.
Era el primer y único ‘Ínclito’ austriaco desde 1995 cuando Thomas Muster se coronó en la Philippe-Chartier. El punto helado de una carrera destinada a acomodarse el trono de Rafael Nadal, Roger Federer y Novak Djokovic. Cuatro primaveras posteriormente de aquella mágica triunfo en Estados Unidos, el panorama no es, ni por asomo, lo que se preveía.
Actualmente, Dominic Thiem, que alcanzó tres finales más de Grand Slam, ocupa el número 90 del ránking mundial y cayó en primera ronda del Open de Australia en presencia de el canadiense Félix Auger-Aliassime. Todo ello, provocado por una ofensa en su muñeca derecha en el Mallorca Open de 2021 en presencia de Adrian Mannarino. Una dolencia que le apartó de las pistas durante casi dos primaveras.
“Lo veo como la última oportunidad”
Una recuperación lenta que le hizo caer hasta el puesto 352 de la ATP y que el tenista señaló en una entrevista previa al extremo Roland Garros que no era casualidad. “Si echo la sagacidad a espaldas, no es ninguna coincidencia que la ofensa se produjese ahí. Tras el US Open, tuve problemas para motivarme para delirar y entrenar, y fue la época en la que menos entrené de mi vida. Tras la derrota en primera ronda de Roland Garros 2021, empecé a trabajar muy duro de nuevo y quizá mi cuerpo no estaba acostumbrado, posteriormente de tantos primaveras al mayor nivel y de meses en los que no lo di todo. Ahí es cuando morapio la ofensa, así que no fue ninguna coincidencia”.
Poco a poco ha ido escalando puestos hasta retornar al top 100, pero Dominic, que anunció la separación con su preparador Benjamin Ebrahimzadeh tras el primer ‘major’ del año, ha dejado claro en el medio austriaco Der Standard que no se conformará con seguir en esta dinámica al punto de valorar su retirada. “Lo veo como la última oportunidad. Y si puedo hacerlo, podré retornar a la élite rápidamente. Han pasado dos primaveras desde que me lesioné y terminé el 100 o poco así en 2022 y el 98 el año pasado. Si termino el año en el puesto 100 tendré que considerar si esto vale la pena“.
“Nunca he hecho esto por hacienda”
Por otra parte, el que fuera número 3 del mundo comentó que el tenis es su pasión, sin importar los premios monetarios. “Nunca he hecho esto por hacienda. No soy una persona que le dé mucho valía al hacienda. Siendo honesto, no me importa mucho ese tema. He estado buscando las sensaciones durante mucho tiempo, como si fueran partidos. Aventurar al tenis de la forma que pueda y exigirme todo lo que pueda a mí mismo“.
Un Dominic Thiem que tocaba el firmamento en el US Open del 2020 y era considerado como el sucesor del ‘Big 3’, pero que las lesiones han impedido ver todo su potencial. Con 30 primaveras, el austriaco está en presencia de las últimas oportunidades para retornar a alcanzar una mínima parte del rendimiento que le hizo presentarse a lo más detención.
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