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A la hora de platicar del partido que van a disputar Barcelona y Osasuna podríamos aferrarnos al refranero gachupin y en concreto al dicho que apunta que A río revuelto, beneficio de pescadores. Y es que horas antiguamente de que se dispute el armonía, el preparador azulgrana, Xavi Hernández, detuvo el modismo del mundo anunciando aquello de que en junio dejará de dirigir al equipo de su alma. Esto ha provocado que a la mala situación deportiva, se sume el revuelo que ha generado este detonación. No hay más que escuchar la rueda de prensa de ayer previa al partido para ver que no hubo ni una sola pregunta a Xavi sobre Osasuna, el rival que tendrá enfrente. Hay cosas más importantes, según parece. Esta cita, aplazada en su día cuando los de Arrasate vivían días de enorme ilusión por la Supercopa, coge a entreambos equipos con un sentimiento de cierta nostalgia. Xavi ha afectado su término de caducidad y los rojillos se han quedado casi sin objetivos esta campaña.
Podríamos continuar con aquello de A la tercera va la vencida. Los navarros se han medido dos veces esta temporada con los culés. A principios de septiembre en Combinación en El Sadar, donde perdieron por 1-2 y en la semifinal de la cita de Arabia, partido en el que cayeron por 2-0. Ahora atraviesan un buen momento, aunque están pendientes del Chimy en el clausura del mercado. Aunque, claro, en Montjuïc se aferrarán a eso de No hay dos sin tres.
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