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La victoria temporal de los vecinos del Santiago Bernabéu contra los conciertos no ha terminado, ni mucho menos, con el problema que denuncian miles de vecinos y que centra las preocupaciones de varias asociaciones contra el ruido: si las actuaciones vuelven y la sonoridad no se corrige, los decibelios amenazan con seguir perturbando la vida de los ciudadanos de Chamartín. Según ha podido entender Licenciatura, este asunto ha motivado que diversas organizaciones ultimen estos días los detalles para convocar un congreso doméstico a finales de octubre en Madrid.
El altercado tendrá al Bernabéu como su tema central. Varios afectados, en conversación con este medio, ya relataron cómo afecta a su día a día la reconversión del estadio en un templo del espectáculo que rebasa los límites acústicos impuestos por el Comunidad: “Estoy perdiendo amigos y mis hijos y mis nietos no quieren venir a visitarme; no puedo oír la televisión. Conozco a una mujer con tres niños pequeños que está al borde de pegarse un tiro”. El alboroto y las obras hacen que algunos sufran un drama desde que comenzase la reforma en 2019.
El club ha paralizado los conciertos en el Bernabéu como exiguo hasta abril conveniente a que el perímetro necesita obras de reacondicionamiento para no filtrar el sonido y cumplir con la norma válido. En el horizonte, mes de octubre, aparece la olfato legal entre la Asociación de Vecinos Afectados por el Bernabéu y el Actual Madrid luego de que la magistrada del Curia de Instrucción n.º 54, Mónica Aguirre de la Cuesta, admitiera a trámite la querella interpuesta por un delito medioambiental.
En el coche, se expuso que los espectáculos “implican el incumplimiento de la atrevimiento urbanística que obliga a adoptar medidas de insonorización”. Igualmente considera que el propietario no realizó ningún estudio para organizar la salida de ruidos. Frente a ello, el próximo 29 de octubre, está citado a resolver el administrador único del estadio, José Ángel Sánchez Periáñez ‘JAS’, director caudillo del Madrid.
Así, y con la importante colaboración de la Asociación Municipal de Perjudicados por el Bernabéu, varias agrupaciones se han movilizado para organizar un congreso que analice la problemática y proponga soluciones, si las hubiese. A esta hora todavía está por determinar si será la Tratado de Asociaciones contra el Ruido (FACR) o la Campaña Contra el Ruido (constituida por AECOR, CEAV, FACUSPAT, FACR, JCR y SEA) quien se encargue de configurar y liderar la estructura del evento.
Un frenazo a los ingresos del Madrid
Los vecinos que habitan en primera orientación del Bernabéu se muestran escépticos con que el tema tenga arreglo: “El ruido es como el agua e insonorizar es inútil, porque eso afecta a la seguridad y a la sanidad de los aficionados y los deportistas. ¿Tú te imaginas lo que es esto (el estadio) con una ventilación fabricado? Supondría modificar muchísimo caudal para conseguirlo y luego ver si funciona”. Licenciatura ya explicó que las lamas del coliseo de Concha Espina no pueden ‘sellarse’ por la ventilación y que techar el estadio siquiera parece un remedio efectivo.
Según afirman fuentes conocedoras del esquema, el Madrid sí manejó exámenes para estudiar la salida de ruidos como uno de los utensilios de posible impacto en el entorno, pero estos se centraron más en contar la entorno en eventos deportivos y no tanto en espectáculos de la envergadura acústica de un concierto. El club trabajará en los próximos meses en varias vías para el acondicionamiento y la opción de este quebradero de individuo, entre ellas, acelerar las negociaciones para obtener una atrevimiento que autorice conservar este tipo de eventos (la coetáneo concede luz verde a la celebración de partidos de fútbol y, esporádicamente, algún concierto).
Mientras tanto, los ciudadanos de las calles colindantes se niegan a rendirse en su batalla y aseveran que llegarán “hasta el final”: “Lo que queremos es que no se hagan conciertos aquí”. Las diferentes asociaciones contra el ruido de España, en torno a de una decena, se juntarán en Madrid para pelear sobre un problema que ha tenido repercusión internacional y preocupa tanto a los vecinos como al club que preside Florentino Pérez. El Actual Madrid calculaba unos ingresos aproximados de 400 millones de euros anuales por la celebración de eventos en su instalación.
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