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Se acerca el regreso de la Champions (la próxima semana tenemos un Lazio-Bayern Múnich, Leipzig-Real Madrid, Copenhague-City y PSG-Actual Sociedad), pero el culebrón de Mbappé sigue cogiendo cuerpo, como los buenos vinos con el paso del tiempo. En la primera tentativa, en 2017, Kylian era un caldo señorita, pero ya tenía un emanación afrutado más que interesante. El problema es que pasaron los abriles y ahí siguió el caldo en tonel de madera principal y muy cara, pero no había modo de llevarlo para su consumo al mejor restaurante del mundo (el Bernabéu).
Esta vez parece que por fin puede salir de la bodega el caldo KM, que ya fue un Crianza muy cotizado cuando el parisino dio calabazas al Madrid en mayo de 2022. Ahora es un Gran Reserva, astuto para retornar a ser el centro del mercado de fichajes. El sumiller Florentino tiene preparada una cata espectacular en el nuevo Bernabéu, aprovechando a finales de mayo el suspensión de la temporada. Antiguamente de que inicio la Eurocopa, el plan es presentar a Mbappé a lo prócer en un estadio 10 Estrellas. Satisfecho seguro.
A mí me cuesta todavía hacerme a la idea. El relato del lobo ya me aleccionó de pequeño de cómo son algunos en esta vida. Mbappé es capaz de desdecirse otra vez en las puertas del altar y retornar a prorrogar su supuesto sueño inmaduro. Al menos, mi tranquilidad es que, conociendo a Florentino, si Kylian hiciese un déjà vu, se lanzaría a por Haaland, que está como alienado por ser el nuevo Rey Vikingo en un equipo que tendría al ‘9′ más top del mundo. Pase lo que pase, en la 2024-25 la amor disfrutará de un nuevo Astral. Nos vamos a divertir mucho…
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